domingo, 17 de abril de 2011

Complementa tu juego

Seamos sinceros, nos encanta jugar tenis, la emoción de jugar cada punto, la presión mental, disfrutamos aun mas cuando podemos sostener el punto, correr a las dejaditas, hacer una derecha ganadora como Federer, o un ace tipo Andy Roddick. Ah claro, todo eso sin lesionarse antes. Desgraciadamente, hay que trabajar mucho antes de llegar a esas alturas, y no solo me refiero a tus golpes y tu técnica, sino también tu agilidad, resistencia, fuerza, coordinación, etc.
Para mejorar estos aspectos hay que pasar un tiempo sin la raqueta y alejarse de la cancha. En cuanto a fuerza, un gimnasio es perfecto para mejorarla, la fuerza es importante para prevenir lesiones y disminuir el esfuerzo necesario a la hora de hacer tus golpes, no es requisito pasarla demasiado tiempo ahí, si inflas demasiado tus músculos cargaras más peso en la cancha y tendrás menor soltura. Se debe trabajar el cuerpo completo, pues lo usas absolutamente todo en los partidos, pero hay que poner un especial énfasis en la muñeca, los hombros, el antebrazo, la espalda y el abdomen; ya que son las partes más vulnerables de sufrir una lesión. En cuanto al abdomen, contribuye indirectamente a muchos movimientos que hacemos.
La resistencia se mejora con ejercicios cardiovasculares de larga duración, como corriendo. Es importante para un tenista que juega varios sets, en especial si tiene el nivel para mantener la bola en juego y alargar la duración de cada punto.
La agilidad es extremadamente importante para todo tenista, nos permite llegar a las pelotas cuando van muy abiertas o cortas, y recuperarnos en un tiempo reducido, si se puede correr rápido y no cansarse al mismo tiempo, terminarás desesperando a tu oponente. La agilidad no sirve de mucho si no se tiene coordinación, sin esta, no podrás frenar a tiempo, posicionarte correctamente ni correr a las bolas lobeadas. La coordinación se puede trabajar fácilmente con ejercicios que involucren ambas manos y ambos pies y que se estén moviendo constantemente. Por ejemplo, abrir y cerrar los pies mientras pasas dos pelotas, una con la mano izquierda, y otra con la mano derecha a un compañero que esté haciendo lo mismo de frente tuyo, o a tu entrenador.

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